GRACIAS.

Gracias. Si, gracias es lo que te digo tras todo este tiempo pasado desde nuestra despedida. Te hablo por última vez para que sepas que:
Agradezco todo lo mal que me lo hiciste pasar.
Agradezco como te reías de mi.
Como sentía una puñalada en mi pecho cada vez te que veía distanciada de mi y sin ningún porqué.
Todo lo que eras conmigo y todo lo que eres realmente.
Gracias por hacerme pasar esas noches, sin saber que hacer, como actuar...
Gracias por hacerme abrir los ojos, por hacerme valorarme, por ver que yo merezco más.

Ahora no soy distinto a antes, no, nada de eso. Solo soy algo mejor.
Se todo lo que he de hacer y no, perfectamente.
Yo valoro lo que quiero, como antes, pero mejor.
Ahora mismo nadie me humilla, ni lo hará, porque no lo permito.

Ah, espera aun no he acabado, tengo una última cosa que decir.
Yo, he mejorado como persona y he aprendido de todo esto, pero, dime,
¿tu sigues haciendo daño a las personas, te gusta ser tan patética?
Solo te pido que abras tus ojos y empieces a madurar

Hasta nunca.