sábado, 30 de mayo de 2015

SIN TÍTULO II

Y sin saber como, aquí estoy
destruido, hundido, consumido...

Con alas, pero rotas.
Con voz, pero sin fuerza.
Con corazón, pero sin esperanza.

Consumido por mi propio ego.
Hundido por todos mis errores.
Destruido por mi mismo.

Todo aquello que ansío no llega.
Y es que tan solo es una estrella...

Que, no, no llega, ni aparece.
Por eso cada vez, más desvanece.

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